Hacer ejercicio en sí no causa directamente ampollas febriles. Las ampollas febriles, también conocidas como herpes labial, son causadas por el virus del herpes simple (HSV-1). Una vez infectado con HSV-1, el virus puede permanecer latente en el cuerpo y reactivarse bajo ciertos desencadenantes, lo que lleva al desarrollo de ampollas febriles. Algunos desencadenantes comunes de los brotes de ampollas febriles incluyen el estrés, la fatiga, los cambios hormonales, la exposición a la luz solar o un sistema inmunológico debilitado. Si bien el ejercicio y la actividad física a veces pueden estar asociados con el estrés, generalmente no causan directamente ampollas febriles.