¿Cuáles son los riesgos para la salud del exceso de colesterol?
1. Aterosclerosis: Demasiado colesterol contribuye a la acumulación de placas de grasa (aterosclerosis) dentro de las paredes de las arterias. Estas placas restringen el flujo sanguíneo y dificultan que la sangre rica en oxígeno llegue a los órganos y tejidos de todo el cuerpo. Este aumento de la presión arterial para compensar la disminución de la circulación.
2. Presión arterial alta (hipertensión): Los niveles elevados de colesterol LDL (“malo”) pueden aumentar el riesgo de hipertensión. En las arterias con acumulación de colesterol, el flujo sanguíneo se restringe, lo que crea una presión adicional en las paredes arteriales y, en consecuencia, eleva los niveles de presión arterial.
3. Ataque cardíaco (infarto de miocardio): Una reducción grave del flujo sanguíneo debido a obstrucciones (como coágulos de sangre formados alrededor de la placa acumulada) en las arterias coronarias que alimentan el corazón puede provocar una disponibilidad insuficiente de oxígeno para las fibras del músculo cardíaco. Esta falta de oxígeno en el músculo cardíaco conduce a una pérdida de la función muscular (“ataque cardíaco”).
4. Apoplejía: Al igual que los ataques cardíacos, la acumulación de placa de colesterol y el estrechamiento arterial en las arterias cerebrales pueden impedir el flujo sanguíneo adecuado y el transporte de oxígeno a áreas críticas del cerebro; en consecuencia, las células cerebrales comienzan a morir, provocando afecciones como accidente cerebrovascular (ictus), ataque isquémico temporal (AIT) o enfermedad cerebrovascular crónica.
5. Enfermedad arterial periférica (EAP): Esta enfermedad vascular crónica implica una circulación limitada debido a la formación de placa en los vasos que conducen a las extremidades del cuerpo más allá del corazón, como las extremidades, el abdomen, los riñones o las extremidades inferiores, lo que provoca síntomas como dolor intenso en las piernas durante las caminatas (claudicación intermitente). Los niveles avanzados o graves de EAP pueden justificar intervenciones quirúrgicas o amputaciones como opciones de tratamiento.
6. Muerte cardiovascular: La elevación crónica de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) aumenta el riesgo de desarrollar afecciones cardíacas y arteriales potencialmente mortales que podrían volverse mortales si no se atienden.