¿Qué es una condición de exceso de sensibilidad a los estímulos?

La sobreestimulación o sobrecarga sensorial ocurre cuando el cerebro se ve abrumado por estímulos del entorno. Esto puede ser causado por demasiada información sensorial o por información demasiado intensa o demasiado desconocida. La sobreestimulación puede provocar una variedad de síntomas, que incluyen:

- Ansiedad

- Irritabilidad

- Dificultad para concentrarse

- dolores de cabeza

- Náuseas

- Fatiga

- Insomnio

- Aumento del ritmo cardíaco

- Aumento de la presión arterial

Algunas personas son más susceptibles a la sobreestimulación que otras. Esto puede deberse a diferencias en la estructura o función del cerebro, o a antecedentes y experiencias personales. Las personas con determinadas afecciones, como autismo, TDAH y trastorno de estrés postraumático, también tienen más probabilidades de experimentar sobreestimulación.

Hay varias cosas que se pueden hacer para reducir el riesgo de sobreestimulación, entre ellas:

- Evitar situaciones que se sabe que son sobreestimulantes.

- Tomar descansos de la información sensorial cuando sea necesario.

- Crear un ambiente tranquilo y relajante.

- Usar tapones para los oídos o auriculares para bloquear el ruido.

- Usar gafas de sol para reducir la luz brillante.

- Reducir la cantidad de tiempo dedicado a dispositivos electrónicos.

- Hacer ejercicio con regularidad.

- Practicar técnicas de relajación, como yoga, meditación o respiración profunda.

Si experimenta síntomas de sobreestimulación, es importante tomar medidas para reducir su exposición a los estímulos y darse tiempo para descansar. Si sus síntomas son graves o persistentes, es posible que desee hablar con un profesional de la salud.