CVS enfermedad en niños
vómito severo, náuseas y náuseas son síntomas de CVS en los niños. Durante ataques severos , el niño puede vomitar con tanta frecuencia como 12 veces por hora . En los niños, estos períodos suelen durar 1 o 2 días, pero pueden reaparecer mensual. Episodios suelen comenzar durante la noche o temprano en la mañana y también pueden incluir dolor de cabeza, dolor abdominal , diarrea , mareos y fiebre.
Diagnóstico
Diagnóstico de CVS en los niños por lo general implica descartar cualquier otra enfermedad o trastornos que pueden causar síntomas similares. El médico observará el historial médico y el momento de los ataques para hacer su diagnóstico. Él va a revisar para condiciones tales como la obstrucción intestinal, trastornos metabólicos y problemas del oído interno para asegurarse de que no están causando la náusea y el vómito.
Tratamiento
Desafortunadamente , no hay cura para el CVS. Algunos medicamentos que se utilizan para tratar las migrañas , tales como propranolol , ciproheptadina y la amitriptilina se han encontrado para ser eficaz en la reducción de la severidad de los ataques de CVS en adultos , pero pocos han sido estudiados en los niños . Ácido reducir drogas como la ranitidina y omeprazol puede ayudar a calmar el estómago durante un ataque. Otro tratamiento es paliativo e incluye medicamentos contra las náuseas y sedantes para ataques extremos , así como líquidos intravenosos para combatir la deshidratación.
Complicaciones
El vómito severo que es típico de CVS puede causar deshidratación , desequilibrio electrolítico , el daño del esófago y la caries dental . Los niños con CVS deben ser monitorizados para alguna de estas complicaciones , y puede requerir hospitalización si llegan a ser severos.
Pronóstico
Los niños que sufren de CVS generalmente superan el problema con en el momento en que son adolescentes . Sin embargo , los adultos que sufrían de CVS como los niños pueden tener un mayor riesgo de experimentar migrañas. Una vez que el niño ha aprendido a identificar sus síntomas , puede estar en mejores condiciones de controlar a través de la medicación preventiva o la evitación de posibles factores desencadenantes, como ciertos alimentos, el mareo o comer justo antes de irse a la cama.