¿Qué sucede con el producto digerido una vez completada la digestión?

Una vez que se completa la digestión, los productos digeridos, que son nutrientes simples como aminoácidos, ácidos grasos y monosacáridos, se absorben en el torrente sanguíneo. Este proceso de absorción ocurre en el intestino delgado, que está revestido con pequeñas proyecciones en forma de dedos llamadas vellosidades. Las vellosidades aumentan la superficie del intestino delgado, lo que permite una absorción eficiente de nutrientes.

Después de la absorción, los nutrientes son transportados a diferentes partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo. Estos nutrientes sirven como componentes básicos para diversos procesos celulares, como la producción de energía, el crecimiento, la reparación y la síntesis de nuevas moléculas. Cualquier material no digerido, junto con el agua y los electrolitos, forma los productos de desecho que eventualmente abandonan el cuerpo en forma de heces a través de la defecación.