¿Qué tipos de alimentos debe evitar una persona con reflujo ácido?
1. Alimentos grasos o fritos :Los alimentos ricos en grasas, como el pollo frito, las patatas fritas y los cortes de carne grasosos, pueden retrasar el vaciamiento gástrico y aumentar el riesgo de reflujo.
2. Frutas y zumos de cítricos :La acidez de las frutas cítricas y los jugos como la naranja, el pomelo y el limón puede irritar el estómago y empeorar el reflujo.
3. Alimentos picantes :Los alimentos picantes, como los chiles, la pimienta de cayena y el curry, pueden irritar el revestimiento del esófago y agravar los síntomas del reflujo ácido.
4. Tomates y productos a base de tomate :Los tomates y los productos a base de tomate, como el ketchup, la salsa de tomate y las salsas, son muy ácidos y pueden provocar reflujo.
5. Chocolate :El chocolate contiene cafeína y teobromina, los cuales pueden relajar el esfínter esofágico inferior (EEI), lo que aumenta el riesgo de reflujo.
6. Café y bebidas con cafeína :La cafeína puede estimular la producción de ácido y relajar el EEI, promoviendo la aparición de reflujo ácido.
7. Alcohol :El alcohol, especialmente el vino tinto y la cerveza, puede agravar los síntomas del reflujo ácido al irritar el revestimiento del estómago y alterar el funcionamiento adecuado del EEI.
8. Bebidas carbonatadas :Las bebidas carbonatadas como los refrescos y el agua con gas pueden provocar un aumento de presión en el estómago, lo que provoca el reflujo del contenido del estómago hacia el esófago.
9. Ajo y cebolla :Estos vegetales pueden causar irritación y acidez de estómago en algunas personas, lo que provoca un aumento del reflujo ácido.
10. Menta :La menta puede relajar el EEI y aumentar la probabilidad de reflujo. Se usa comúnmente en algunos dulces, chicles y tés de hierbas.
Es esencial identificar y evitar los alimentos desencadenantes individuales, ya que lo que puede causar síntomas de reflujo en una persona puede no afectar a otra. Llevar un diario de alimentos y trabajar con un profesional de la salud o un dietista puede ayudar a determinar desencadenantes específicos y crear un plan dietético personalizado para controlar el reflujo ácido.