¿Qué sistemas del cuerpo se ven afectados por la insuficiencia cardíaca?

Sistema cardiovascular:

- La insuficiencia cardíaca afecta directamente la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficaz, lo que provoca una acumulación de sangre en el corazón y los vasos sanguíneos.

- Esto puede provocar diversos síntomas, como dificultad para respirar, fatiga e hinchazón en las piernas, los pies y el abdomen.

- Con el tiempo, la insuficiencia cardíaca puede provocar cambios estructurales en el corazón, como agrandamiento de las cavidades cardíacas y debilitamiento del músculo cardíaco.

Sistema respiratorio:

- La insuficiencia cardíaca puede provocar una acumulación de líquido en los pulmones, lo que se conoce como edema pulmonar.

- Esto puede provocar dificultad para respirar, sibilancias y tos.

- La insuficiencia cardíaca crónica también puede provocar el desarrollo de hipertensión pulmonar, que es una presión arterial alta en las arterias de los pulmones.

Sistema renal:

- La insuficiencia cardíaca puede afectar la capacidad de los riñones para funcionar correctamente, provocando retención de líquidos y desequilibrios electrolíticos.

- Esto puede empeorar la insuficiencia cardíaca y provocar síntomas como fatiga, debilidad y náuseas.

- La insuficiencia cardíaca crónica también puede provocar una enfermedad renal crónica y, en algunos casos, insuficiencia renal.

Sistema gastrointestinal:

- La insuficiencia cardíaca puede afectar el flujo sanguíneo al tracto gastrointestinal, provocando síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea.

- En casos graves, la insuficiencia cardíaca puede provocar desnutrición, pérdida de peso y mala absorción de nutrientes.

Sistema hepático:

- La insuficiencia cardíaca puede provocar congestión del hígado, conocida como congestión hepática.

- Esto puede causar daño hepático, provocando síntomas como ictericia, orina oscura y fatiga.

- La insuficiencia cardíaca crónica también puede aumentar el riesgo de desarrollar cirrosis hepática e insuficiencia hepática.

Sistema musculoesquelético:

- La insuficiencia cardíaca puede provocar debilidad muscular y fatiga.

- Esto puede dificultar la realización de las actividades cotidianas y puede contribuir a una disminución de la movilidad.

- La insuficiencia cardíaca crónica también puede provocar atrofia muscular y osteoporosis, que es la pérdida de densidad ósea.

Sistema nervioso:

- La insuficiencia cardíaca puede afectar el flujo sanguíneo al cerebro, provocando síntomas como aturdimiento, mareos y confusión.

- En casos graves, la insuficiencia cardíaca puede provocar un derrame cerebral u otras complicaciones neurológicas.

Sistema tegumentario:

- La insuficiencia cardíaca puede provocar cambios en la piel, como cianosis (coloración azulada de la piel) y edema (hinchazón).

- En casos graves, la insuficiencia cardíaca puede provocar úlceras en la piel y necrosis tisular.