¿Por qué una persona recibe líquidos intravenosos de sodio y potasio?

El sodio y el potasio desempeñan funciones esenciales en el mantenimiento del equilibrio de líquidos, la presión arterial y la función muscular del cuerpo. Los líquidos intravenosos (IV) que contienen estos electrolitos se pueden administrar por varias razones:

1. Reemplazo de líquidos:

- Deshidratación:los líquidos intravenosos se utilizan para reemplazar los líquidos perdidos debido a afecciones como diarrea, vómitos o sudoración excesiva. El sodio y el potasio ayudan a regular el equilibrio hídrico del cuerpo y previenen la deshidratación.

2. Desequilibrios de electrolitos:

- Hiponatremia (niveles bajos de sodio):los líquidos intravenosos que contienen sodio pueden corregir los niveles bajos de sodio causados ​​por varios factores, incluida la pérdida excesiva de líquidos, el uso de diuréticos o ciertas afecciones médicas.

- Hipopotasemia (niveles bajos de potasio):se administra potasio por vía intravenosa para corregir los niveles bajos de potasio, que a menudo se observan en afecciones como el uso de diuréticos, diarrea grave o trastornos musculares.

3. Mantenimiento del equilibrio ácido-base:

- El sodio y el potasio ayudan a mantener el equilibrio del pH del cuerpo. Los líquidos intravenosos que contienen estos electrolitos pueden ayudar a corregir o prevenir alteraciones en el equilibrio ácido-base.

4. Procedimientos Quirúrgicos:

- Durante las cirugías, los líquidos intravenosos se utilizan de forma rutinaria para mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos, especialmente cuando hay una pérdida importante de líquidos o procedimientos quirúrgicos prolongados.

5. Insuficiencia renal:

- En casos de insuficiencia renal aguda o enfermedad renal grave, se pueden usar líquidos por vía intravenosa para proporcionar electrolitos esenciales mientras se controla el equilibrio de líquidos y se previenen los desequilibrios electrolíticos.

La composición específica y las cantidades de sodio y potasio en los líquidos intravenosos se determinan en función de las necesidades individuales y la condición médica subyacente. Los profesionales de la salud controlan cuidadosamente los niveles de electrolitos y ajustan los líquidos intravenosos en consecuencia para garantizar una hidratación y un equilibrio de electrolitos adecuados.