¿Cuáles son los peligros de la presión arterial baja?

Peligros de la presión arterial baja

La presión arterial baja, también conocida como hipotensión, es una condición en la que la presión arterial cae por debajo de los niveles normales. Se considera que la presión arterial normal está entre 120/80 mmHg y 140/90 mmHg. Cuando la presión arterial cae por debajo de 90/60 mmHg, se considera baja.

La presión arterial baja puede ser un signo de una afección médica grave, como una enfermedad cardíaca, renal o diabetes. También puede ser causada por ciertos medicamentos, deshidratación o pérdida de sangre.

Los síntomas de la presión arterial baja pueden incluir:

* Mareos

* Aturdimiento

* Fatiga

* Debilidad

* Confusión

* Náuseas

* Vómitos

* Convulsiones

* Pérdida del conocimiento

En casos graves, la presión arterial baja puede provocar un shock, que es una afección potencialmente mortal.

Peligros de la presión arterial baja

La presión arterial baja puede tener varias consecuencias peligrosas, entre ellas:

* Ataque al corazón: La presión arterial baja puede reducir el flujo sanguíneo al corazón, lo que puede provocar un ataque cardíaco.

* Accidente cerebrovascular: La presión arterial baja también puede reducir el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede provocar un derrame cerebral.

* Insuficiencia renal: La presión arterial baja puede dañar los riñones y provocar insuficiencia renal.

* Muerte: En casos graves, la presión arterial baja puede provocar la muerte.

Tratamiento para la presión arterial baja

El tratamiento para la presión arterial baja depende de la causa subyacente. En algunos casos, los cambios en el estilo de vida, como aumentar la ingesta de agua, llevar una dieta saludable y hacer ejercicio con regularidad, pueden ayudar a elevar la presión arterial. En otros casos, puede ser necesaria medicación.

Cuándo consultar a un médico

Si experimenta síntomas de presión arterial baja, es importante consultar a un médico de inmediato. Esto es especialmente importante si tiene alguna afección médica subyacente, como enfermedad cardíaca, enfermedad renal o diabetes.