¿Puede su sistema inmunológico fallar?

Por lo general, el sistema inmunológico no se desactiva por completo. Más bien, puede volverse disfuncional debido a diversos factores, lo que lleva a una mayor susceptibilidad a infecciones y enfermedades. Por ejemplo:

Inmunosupresión:ciertas afecciones médicas (p. ej., VIH/SIDA), medicamentos (p. ej., quimioterapia) y tratamientos (p. ej., trasplantes de órganos) pueden suprimir la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones o reconocer células anormales.

Enfermedades autoinmunes:en los trastornos autoinmunes, el sistema inmunológico ataca y daña por error los propios tejidos del cuerpo, lo que provoca disfunción y disminución de las respuestas inmunitarias.

Envejecimiento del sistema inmunológico:a medida que las personas envejecen, el sistema inmunológico se debilita gradualmente, lo que aumenta el riesgo de infecciones y ciertos cánceres. Este fenómeno se conoce como inmunosenescencia.

Inmunodeficiencias congénitas:los trastornos genéticos raros presentes desde el nacimiento pueden afectar el desarrollo y la función del sistema inmunológico, lo que resulta en infecciones crónicas y enfermedades graves.

Deficiencias nutricionales:la falta de nutrientes esenciales puede debilitar el sistema inmunológico, ya que varias vitaminas, minerales y proteínas son fundamentales para el funcionamiento inmunológico adecuado.

Estrés psicológico:el estrés crónico puede alterar el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico, haciendo que las personas sean más susceptibles a las infecciones y afectando su capacidad para combatir enfermedades.

En general, si bien el sistema inmunológico es notablemente resistente, ciertos factores pueden comprometer su eficacia, lo que lleva a períodos temporales o prolongados de función inmunológica disminuida.