Los vómitos extremadamente persistentes que pueden provocar deshidratación se llaman gastroenteritis. Comúnmente se la conoce como gripe estomacal o gastroenteritis viral. Generalmente causada por una infección viral, la gastroenteritis afecta el revestimiento del estómago y los intestinos, provocando síntomas como vómitos, diarrea, dolor abdominal y fiebre. En casos graves, los vómitos persistentes pueden provocar deshidratación y desequilibrios electrolíticos, lo que requiere atención médica.