¿Cómo los músculos provocan el movimiento?

Los músculos provocan movimiento al contraerse y relajarse, tirando de huesos y articulaciones. Cuando un músculo se contrae, se acorta y se vuelve más grueso, lo que acerca el hueso al que está unido a la articulación. Cuando un músculo se relaja, se alarga y se vuelve más delgado, lo que permite que el hueso vuelva a su posición original.

La cantidad de fuerza que puede generar un músculo depende de su tamaño, la cantidad de fibras musculares que contiene y la frecuencia de sus contracciones. Cuantas más fibras musculares se recluten durante una contracción, más fuerte será la contracción. Cuanto más rápido se contraiga un músculo, más poderosa será la contracción.

Los músculos también pueden trabajar juntos de forma sinérgica para producir movimientos complejos. Por ejemplo, cuando camina, los músculos cuádriceps se contraen para extender las rodillas, mientras que los músculos isquiotibiales se contraen para flexionar las rodillas. Esta acción coordinada de los músculos le permite caminar con suavidad y eficacia.