Si te lastimaste la oreja y te duele constantemente al tocarla de color negro violeta, ¿qué debes hacer?

Si se ha lastimado la oreja y le duele constantemente, le duele al tacto y se ha vuelto negra o morada, es importante buscar atención médica lo antes posible. Esto es lo que debes hacer:

1. Busque atención médica:

- Consultar a un médico o visitar un centro de atención de urgencia. Un profesional de la salud puede evaluar adecuadamente la gravedad del hematoma y brindar el tratamiento adecuado.

2. Descanso:

- Evite actividades que ejerzan presión sobre su oído o puedan causar lesiones mayores. El descanso es esencial para el proceso de curación.

3. Aplicar compresas frías:

- Use una compresa fría o una bolsa de hielo envuelta en un paño y aplíquela en el área afectada durante aproximadamente 15 a 20 minutos cada pocas horas. La terapia con frío puede ayudar a reducir la hinchazón y aliviar el dolor.

4. Eleva tu cabeza:

- Mantenga la cabeza elevada para promover una mejor circulación sanguínea y reducir la hinchazón en el oído.

5. Analgésicos de venta libre:

- Puede tomar analgésicos de venta libre, como ibuprofeno o acetaminofén, para controlar el dolor y el malestar. Siga las instrucciones de dosificación recomendadas.

6. Protege el oído:

- Evite tocar o ejercer presión sobre el oído lesionado. Tenga cuidado al usar sombreros, gafas o auriculares.

7. Monitorear los síntomas:

- Esté atento a cualquier cambio en la apariencia o síntomas del hematoma. Si nota signos de infección, como aumento del dolor, fiebre o secreción, busque atención médica de inmediato.

8. Siga los consejos médicos:

- Siga las instrucciones y recomendaciones proporcionadas por su proveedor de atención médica. Esto puede incluir evitar ciertas actividades, usar medicamentos recetados o someterse a tratamientos adicionales si es necesario.

Recuerde, buscar atención médica inmediata es fundamental, especialmente si el hematoma en el oído es grave o está acompañado de otros síntomas como pérdida de audición, mareos o sangrado persistente. Un médico puede determinar el mejor curso de acción para su situación específica.