Sí, la enfermedad pulmonar intersticial (EPI) puede ser una discapacidad, ya que puede afectar significativamente la función respiratoria y la salud general de una persona. Algunas personas con EPI pueden experimentar dificultad para respirar, tos y fatiga, lo que limita su capacidad para realizar ciertas actividades diarias y participar en eventos laborales o sociales. En tales casos, la ILD puede calificar como una discapacidad según las leyes o regulaciones de discapacidad pertinentes, lo que da derecho a las personas a recibir servicios de apoyo, adaptaciones y potencialmente asistencia financiera según la gravedad y las limitaciones funcionales causadas por la afección. Es importante que las personas con EPI consulten con profesionales de la salud, expertos legales y organizaciones de apoyo a la discapacidad para determinar la elegibilidad y acceder a los recursos adecuados.