¿Cómo afecta la artritis reumatoide a los vasos sanguíneos?

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta principalmente a las articulaciones y provoca inflamación, hinchazón y dolor. Sin embargo, la AR también puede afectar otros órganos y sistemas del cuerpo, incluidos los vasos sanguíneos. Así es como la artritis reumatoide puede afectar los vasos sanguíneos:

Vasculitis:la AR puede causar vasculitis, que es la inflamación de los vasos sanguíneos. La vasculitis puede provocar daño y estrechamiento de los vasos sanguíneos, restringiendo el flujo sanguíneo a diversos órganos y tejidos. Esto puede causar varias complicaciones, incluidos problemas de la piel, daño a los nervios, disfunción de órganos y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Mayor riesgo cardiovascular:las personas con AR tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y enfermedad arterial periférica. Este mayor riesgo se debe en parte a la inflamación crónica asociada con la AR. El proceso inflamatorio puede afectar los vasos sanguíneos y provocar aterosclerosis (acumulación de placa en las arterias) y otras complicaciones cardiovasculares.

Disfunción endotelial:la disfunción endotelial ocurre cuando el revestimiento interno de los vasos sanguíneos (el endotelio) está dañado o deteriorado. La AR puede provocar disfunción endotelial, afectando la elasticidad y función de los vasos sanguíneos. Esto puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Fenómeno de Raynaud:el fenómeno de Raynaud es una afección que afecta el flujo sanguíneo a los dedos de manos y pies, provocando que se pongan pálidos, entumecidos y dolorosos en respuesta a las bajas temperaturas o al estrés. Se asocia comúnmente con la AR y otras enfermedades del tejido conectivo. El fenómeno de Raynaud ocurre cuando los pequeños vasos sanguíneos en las áreas afectadas sufren espasmos, lo que restringe el flujo sanguíneo.

Isquemia digital:en casos graves de AR, el vasoespasmo prolongado y la inflamación pueden provocar isquemia digital, donde el suministro de sangre a los dedos de las manos o de los pies está gravemente restringido. Esto puede causar daño tisular, dolor y, en casos extremos, pérdida de tejido (gangrena).

Efectos sistémicos:la vasculitis y la disfunción endotelial pueden tener efectos sistémicos en todo el cuerpo. Pueden contribuir al daño de órganos, incluidos los riñones, los pulmones, los ojos y el sistema nervioso.

Es importante que las personas con AR sean conscientes de estas posibles complicaciones de los vasos sanguíneos y trabajen en estrecha colaboración con sus proveedores de atención médica para controlar la enfermedad y reducir el riesgo de problemas cardiovasculares y vasculares asociados. Es posible que sea necesario un seguimiento regular, gestión de medicamentos y ajustes en el estilo de vida para minimizar el impacto de la AR en los vasos sanguíneos.