Cómo limpiar un nuevo piercing en la piel

Sigue las instrucciones proporcionadas por tu artista del piercing. Siempre consulte con ellos cada vez que tenga un piercing nuevo, ya que las instrucciones específicas de cuidado posterior pueden variar según la parte del cuerpo y las condiciones de salud individuales.

Reúna los suministros necesarios. Esto incluye un jabón antibacteriano suave, agua tibia, hisopos de algodón y solución salina esterilizada.

Lávese bien las manos con jabón antibacteriano y agua tibia. Esto ayudará a evitar que cualquier bacteria entre en el sitio de la perforación y cause una infección.

Prepara una mezcla de agua tibia y jabón antibacteriano. Mezcla una pequeña cantidad de jabón antibacteriano suave con agua tibia. Si no puedes usar jabón antibacteriano, puedes usar jabón de Castilla sin perfume o una solución salina.

Remoja el piercing. Remoja suavemente el piercing en la mezcla de agua tibia y jabón durante 5 a 10 minutos. Esto ayudará a eliminar cualquier secreción o costra que se haya formado alrededor del piercing.

Limpia el piercing. Limpie suavemente el sitio de la perforación con un hisopo de algodón empapado en la mezcla de jabón. Asegúrese de limpiar todo alrededor del piercing, incluido el interior y el exterior del orificio. Enjuague bien el piercing con agua tibia para eliminar los restos de jabón.

Aplicar solución salina estéril. Seque suavemente el piercing con una toalla de papel limpia o un hisopo de algodón. Luego, aplica una pequeña cantidad de solución salina esterilizada en el piercing. Esto ayudará a mantener el piercing limpio y libre de bacterias.

No utilice alcohol isopropílico, peróxido ni Neosporin. Estos productos pueden dañar el sitio de la perforación y retrasar la curación.

Continúa limpiando el piercing diariamente. Limpia tu piercing como se describe arriba 1 o 2 veces al día durante las primeras semanas. A medida que el piercing comience a sanar, es posible que puedas reducir la frecuencia con la que lo limpias.