¿Cuáles son los efectos a corto plazo del estrés en la piel?

Los efectos a corto plazo del estrés en la piel pueden incluir:

1. Sequedad y deshidratación: El estrés puede reducir la producción de aceites naturales de la piel, provocando sequedad y deshidratación. Esto puede hacer que la piel luzca opaca y escamosa, y también puede exacerbar otras afecciones de la piel como el eccema o la psoriasis.

2. Mayor sensibilidad: El estrés también puede hacer que la piel sea más sensible y reactiva, lo que hace que reaccione con más fuerza a cosas que normalmente no serían un problema, como ciertos productos o ingredientes para el cuidado de la piel. Esto puede provocar enrojecimiento, irritación e inflamación.

3. Acné y otras imperfecciones: El estrés también puede provocar el desarrollo de acné, erupciones cutáneas y otras imperfecciones. Esto se debe a que el estrés puede aumentar la producción de ciertas hormonas, como el cortisol, que puede desencadenar una producción excesiva de sebo, lo que provoca la obstrucción de los poros y las imperfecciones.

4. Ojeras e hinchazón debajo de los ojos: El estrés puede hacer que los vasos sanguíneos alrededor de los ojos se dilaten, haciéndolos más visibles y provocando ojeras. También puede provocar retención de líquidos, lo que puede provocar hinchazón debajo de los ojos.

5. Ataques de eczema y psoriasis: El estrés también puede exacerbar afecciones cutáneas existentes, como el eccema y la psoriasis, provocando un aumento de la inflamación, el enrojecimiento y la picazón.

Si bien estos efectos a corto plazo del estrés en la piel pueden ser molestos, generalmente se resuelven por sí solos una vez que se reduce el estrés. Sin embargo, si el estrés es crónico o severo, también puede contribuir a problemas de la piel a más largo plazo, como envejecimiento prematuro, líneas finas, arrugas y flacidez de la piel.