¿Qué sucede si durante el tratamiento de conducto se perfora la cavidad sinusal?

La perforación del seno durante el tratamiento de conducto es una complicación rara pero grave que puede tener varias consecuencias, entre ellas:

1. Infección:El seno nasal es un ambiente estéril y cualquier perforación puede introducir bacterias y saliva, lo que provoca una infección. Esto puede causar síntomas como dolor, hinchazón, fiebre y secreción de la nariz o la boca.

2. Comunicación entre el sistema de conductos radiculares y el seno:la perforación crea una conexión directa entre el sistema de conductos radiculares infectado y el seno, permitiendo que las bacterias y los fluidos fluyan entre los dos. Esto puede provocar infecciones persistentes de los senos nasales y dificultades para tratar la infección del conducto radicular.

3. Sinusitis crónica:las perforaciones que no se tratan pueden provocar sinusitis crónica, caracterizada por inflamación, congestión y secreción continua de la nariz.

4. Propagación de la infección:en casos graves, la infección puede extenderse a otras partes de la cara, incluidos los ojos, las mejillas y la mandíbula, lo que provoca complicaciones más graves.

5. Necesidad de tratamiento adicional:las perforaciones generalmente requieren tratamiento adicional más allá de la terapia de conducto inicial. Esto puede implicar cirugía de endodoncia, injerto de seno u otros procedimientos especializados para abordar la perforación y prevenir complicaciones adicionales.

6. Daño potencial a las estructuras de los senos nasales:las perforaciones pueden causar daños a las estructuras delicadas dentro de los senos nasales, incluidos los vasos sanguíneos, los nervios y los tejidos. En casos graves, este daño puede ser permanente y provocar síntomas o complicaciones duraderas.

Si se produce una perforación de los senos nasales durante el tratamiento de conducto, es crucial buscar una evaluación y tratamiento rápidos por parte de un endodoncista o cirujano oral experimentado. La intervención temprana puede ayudar a minimizar el riesgo de infección y otras complicaciones, mejorando las posibilidades de un tratamiento y una recuperación exitosos.