¿Cómo se mide el azúcar en sangre?
1. Prueba de punción en el dedo:
- Este método consiste en pinchar un pequeño vaso sanguíneo en la yema del dedo con una lanceta.
- Luego se coloca una gota de sangre en una tira reactiva, que se inserta en un medidor de glucosa en sangre.
- El medidor lee la corriente eléctrica generada por la interacción de la glucosa en la sangre con los químicos en la tira reactiva, proporcionando una lectura del nivel de azúcar en la sangre.
2. Monitoreo continuo de glucosa (MCG):
- Los dispositivos CGM utilizan un pequeño sensor que se inserta debajo de la piel, generalmente en el abdomen o el brazo.
- El sensor mide los niveles de glucosa intersticial (líquido entre las células) cada pocos minutos y los transmite a un receptor o aplicación de teléfono inteligente.
- Esto permite un seguimiento continuo de los niveles de azúcar en sangre a lo largo del día, proporcionando una visión integral de las tendencias y patrones de glucosa.
3. Análisis de sangre de laboratorio:
- Este método consiste en extraer sangre de una vena, normalmente del brazo.
- Luego, la muestra de sangre se envía a un laboratorio para su análisis, donde se miden los niveles de glucosa mediante máquinas automatizadas.
- Los análisis de sangre de laboratorio son menos convenientes que las pruebas de punción en el dedo, pero pueden proporcionar mediciones más precisas y exactas para determinadas situaciones, como el diagnóstico de diabetes.
4. Prueba de tolerancia oral a la glucosa (OGTT):
- La OGTT es una prueba de laboratorio específica que se utiliza para diagnosticar la diabetes gestacional y la diabetes tipo 2.
- Implica consumir una cantidad medida de glucosa y medir los niveles de azúcar en sangre a intervalos específicos durante varias horas.
La elección del método de medición del azúcar en sangre depende de factores como el propósito, la frecuencia del control necesario, la conveniencia y las preferencias personales. Las personas con diabetes suelen utilizar pruebas de punción en el dedo o dispositivos CGM para un seguimiento regular, mientras que las pruebas de laboratorio se pueden utilizar periódicamente para confirmar diagnósticos o para evaluaciones médicas específicas.