Ninguna evidencia científica respalda la afirmación de que las personas con diferentes tipos de sangre deban seguir dietas específicas. El tipo de sangre no determina los requisitos nutricionales ni predispone a las personas a sensibilidades alimentarias o condiciones de salud particulares. Se recomienda una dieta equilibrada rica en alimentos integrales, frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables para una salud óptima, independientemente del tipo de sangre. Consulte a un dietista registrado o a un profesional de la salud para obtener asesoramiento dietético personalizado basado en las necesidades individuales y los objetivos de salud.