¿Volver a la normalidad le está causando estrés?
1. Incertidumbre y ambigüedad:La transición para salir de la pandemia genera incertidumbre y ambigüedad sobre lo que implicará la "nueva normalidad". Esta incertidumbre puede provocar ansiedad cuando las personas se enfrentan a preguntas sobre su seguridad, sus rutinas y el futuro en general.
2. Readaptación social:Después de meses de distanciamiento social e interacciones limitadas, volver a participar en situaciones sociales puede provocar ansiedad. El miedo a contraer el virus, la incomodidad social y la necesidad de adaptarse a nuevas normas sociales pueden contribuir al estrés.
3. Pérdida de la rutina:durante la pandemia, muchas personas establecieron nuevas rutinas y hábitos que brindaron una sensación de estructura y comodidad. Volver a las rutinas anteriores a la pandemia, como desplazarse, trabajar en una oficina o asistir a eventos multitudinarios, puede alterar estas rutinas y crear una sensación de malestar.
4. Miedo a retroceder:a medida que se levantan las restricciones y el virus parece volverse menos prevalente, las personas pueden temer un resurgimiento de la pandemia. Este miedo a volver a un estado de bloqueo o experimentar otra ola de infecciones puede aumentar los niveles de estrés.
5. Presión para "ponerse al día":la pandemia puede haber provocado que las personas sintieran que se habían quedado atrás en varios aspectos de sus vidas, como la educación, la carrera o el desarrollo personal. La presión para ponerse al día rápidamente y recuperar el tiempo perdido puede provocar estrés y agotamiento.
6. Fatiga emocional:El estrés y la ansiedad prolongados experimentados durante la pandemia han dejado a muchas personas sintiéndose emocionalmente agotadas y agotadas. Volver a la normalidad puede requerir recursos emocionales adicionales, lo que puede resultar un desafío para quienes ya se sienten agotados.
7. Falta de control:La pandemia hizo que las personas fueran muy conscientes de las limitaciones de su control sobre los acontecimientos. Esta comprensión puede persistir incluso cuando las restricciones disminuyen, lo que genera una sensación de vulnerabilidad y estrés.
8. Prioridades cambiantes:La pandemia podría haber cambiado las prioridades y valores de las personas, lo que llevó a una reevaluación de sus elecciones de vida. Navegar por estos cambios y tomar decisiones sobre un futuro pospandémico puede resultar estresante.
Es importante reconocer y abordar estos factores estresantes y buscar apoyo si es necesario. Practicar el cuidado personal, mantener conexiones sociales, participar en actividades que brinden alegría y relajación y buscar ayuda profesional si es necesario son pasos importantes para controlar el estrés pospandémico.