No, no todo el mundo reacciona de la misma manera ante el estrés. La respuesta al estrés puede variar mucho de persona a persona. Algunas reacciones comunes al estrés incluyen síntomas físicos como aumento del ritmo cardíaco, tensión muscular y dolores de cabeza; síntomas emocionales como ansiedad, irritabilidad y depresión; y síntomas conductuales como cambios en el sueño, el apetito y la concentración. La forma en que una persona reacciona al estrés está influenciada por una variedad de factores que incluyen su personalidad, experiencias pasadas y habilidades de afrontamiento.