¿Qué es peor el estrés o el alcohol?

Tanto el estrés como el alcohol pueden tener impactos negativos en la salud física y mental de una persona, lo que dificulta determinar cuál es "peor". El estrés es una parte normal de la vida y algo de estrés puede ser beneficioso, ya que motiva a las personas a actuar y rendir al máximo. Sin embargo, el estrés crónico o excesivo puede provocar una variedad de problemas de salud, como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, ansiedad, depresión y sistemas inmunológicos debilitados.

El alcohol, por otro lado, es un depresor que puede tener efectos en el organismo tanto a corto como a largo plazo. Los efectos a corto plazo del consumo de alcohol pueden incluir deterioro del juicio, disminución de la coordinación, dificultad para hablar y tiempos de reacción más lentos. El abuso de alcohol a largo plazo puede causar daño hepático, problemas cardíacos, cáncer y deterioro cognitivo. El alcohol también puede empeorar los efectos del estrés y exacerbar las condiciones de salud mental.

En general, es mejor controlar el estrés de forma saludable, como mediante ejercicio, técnicas de relajación y hablando con un terapeuta o consejero. Evitar el consumo excesivo de alcohol también es importante para mantener la salud y el bienestar general. Si tiene problemas de estrés o relacionados con el alcohol, se recomienda buscar ayuda profesional.