Qué saber sobre un externo

Un fijador externo es un dispositivo médico que se utiliza para estabilizar huesos rotos o corregir determinadas deformidades. Consiste en pasadores o tornillos metálicos que se insertan quirúrgicamente en el hueso y luego se conectan a un marco metálico fuera del cuerpo. El marco se puede ajustar para aplicar la cantidad deseada de presión o tracción al hueso.

Los fijadores externos se utilizan comúnmente para:

Fracturas óseas que son demasiado complejas o graves para tratarlas con un yeso o dispositivos de fijación interna.

Huesos rotos que no han podido sanar adecuadamente

Infecciones óseas

Deformidades como pie zambo o piernas arqueadas

Los fijadores externos suelen aplicarse en el quirófano de un hospital bajo anestesia general. El procedimiento suele durar de una a dos horas.

Después de aplicar el fijador, es probable que permanezca en el hospital durante unos días para que su médico pueda controlarlo para detectar cualquier complicación. Una vez que le den el alta del hospital, deberá seguir las instrucciones de su médico con respecto a:

Cuidado del fijador

Manejo del dolor

Ejercicios de rango de movimiento.

Restricciones de carga de peso

También deberá realizar un seguimiento regular con su médico para que pueda comprobar el progreso de su curación.

Los fijadores externos pueden ser una forma muy eficaz de tratar fracturas y deformidades óseas complejas. Sin embargo, también pueden estar asociados con ciertas complicaciones, como:

Infección

Aflojamiento del pasador

Irritación de la piel

Daño a los nervios

Si está considerando un fijador externo, es importante discutir los riesgos y beneficios con su médico.