¿Para qué sirve una prueba de laboratorio ALT?
Los niveles altos de ALT pueden indicar daño hepático o inflamación causada por diversas afecciones, que incluyen:
1. Hepatitis aguda:los niveles de ALT pueden elevarse significativamente en infecciones por hepatitis virales como la hepatitis A, B y C.
2. Hepatitis crónica:se pueden observar niveles elevados de ALT en la inflamación crónica del hígado, incluida la hepatitis B y C crónica.
3. Enfermedad hepática alcohólica:el consumo excesivo de alcohol puede provocar daño hepático y el abuso crónico de alcohol puede provocar niveles elevados de ALT.
4. Enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD):esta afección implica la acumulación de grasa en el hígado y puede provocar niveles elevados de ALT.
5. Cirrosis hepática:la cirrosis se caracteriza por la cicatrización y el daño del tejido hepático y puede causar niveles persistentemente altos de ALT.
6. Cáncer de hígado:se pueden observar niveles elevados de ALT en personas con cáncer de hígado primario o afectación hepática metastásica.
7. Medicamentos y toxinas:Ciertos medicamentos y sustancias tóxicas pueden causar daño hepático y provocar niveles elevados de ALT.
8. Hepatitis autoinmune:es un trastorno autoinmune que causa inflamación del hígado, lo que resulta en un aumento de los niveles de ALT.
Es importante tener en cuenta que los niveles de ALT ligeramente elevados no siempre indican una afección hepática grave y es posible que sean necesarias más pruebas y evaluaciones para determinar la causa de la elevación. Además, los niveles de ALT por sí solos no pueden proporcionar un diagnóstico completo y, por lo general, se utiliza una combinación de pruebas, incluidos otros marcadores de enzimas hepáticas, estudios de imágenes e historial médico, para un diagnóstico preciso.