Abscesos y acné

El acné es la afección cutánea más común en los Estados Unidos, con más de 40 millones de estadounidenses que, según la Academia Americana de Dermatología, tienen problemas con el acné. Sin embargo, la gravedad del acné puede variar ampliamente, ya que algunos individuos solo experimentan comedones leves y otros desarrollan casos más graves de acné inflamatorio. En algunos casos, la inflamación asociada con casos más graves puede desarrollar abscesos en la piel, lo que puede causar un daño permanente en el tejido si no se trata antes de que se rompa el absceso.

Causas de acné

Acné severo que puede resultar en un absceso comienza con una forma leve de acné llamada comedón, más comúnmente conocida como puntos negros o puntos blancos. Un comedón se forma cuando el aceite natural de sebo de sus glándulas sebáceas se mezcla con las células muertas de la piel para formar un pequeño tapón en los poros. Cuando el tapón se forma hacia la superficie, se expone al oxígeno y se vuelve negro, de ahí el nombre de punto negro. Cuando el comedón se adentra en el poro, no hay oxígeno, por lo que se ve más como una mancha blanca en la piel.

Acné inflamatorio

Los tapones para el acné crean el ambiente perfecto para que las bacterias prosperen. Una bacteria en particular, conocida como Propionibacterium acnes, o P. acnes, prospera especialmente debajo de un tapón para el acné. A medida que la bacteria se multiplica, se produce una infección, lo que resulta en una respuesta inmune de su cuerpo. Esta respuesta hace que se desarrolle inflamación en el comedón afectado, lo que provoca un acné inflamatorio como pápulas o pústulas, más comúnmente conocido como espinillas.

Abné de acné

Un absceso se produce cuando se desarrolla una inflamación en el tejido de la piel. lo que resulta en la acumulación de pus. A medida que la infección por P. acnes crece en gravedad dentro del poro afectado, el sistema inmunológico continúa dirigiendo los glóbulos blancos hacia el área para combatir las bacterias. Los glóbulos blancos se mueven a través de las paredes de los vasos sanguíneos y llenan el área debajo de la piel afectada por el acné. En casos severos, esto puede llevar a nódulos o quistes del acné, que contienen pus. Pus es una acumulación de glóbulos blancos vivos y muertos, así como bacterias, tejidos muertos y otras sustancias. Si no se trata, la inflamación puede causar daño al tejido de la piel, lo que ocasiona una cicatrización del acné una vez que el absceso se haya curado.

Tratamientos

El acné que produce la formación de un absceso suele ser grave. Como tal, es importante trabajar con su médico para encontrar el método de tratamiento adecuado para su caso individual. Su médico puede recomendar una amplia variedad de tratamientos que incluyen medicamentos recetados, como antibióticos o isotretinoína, para ayudar a eliminar la bacteria P. acnes y curar la infección. Se pueden inyectar corticosteroides en el absceso para reducir la inflamación y prevenir la ruptura de un quiste o nódulo del acné. El drenaje y la escisión quirúrgica también pueden ser necesarios en casos severos para drenar el pus del absceso.