Dieta adecuada para pacientes con accidente cerebrovascular y diabetes
Una dieta saludable es importante para todos, pero la nutrición es repentinamente mucho más importante después de un diagnóstico de diabetes o un derrame cerebral. La elección diaria de alimentos determina qué tan bien maneja su enfermedad y qué tan probable es que tenga complicaciones en el futuro. Las pautas básicas para los pacientes con diabetes y accidentes cerebrovasculares son sencillas, pero debido a las interacciones con los medicamentos, es posible que tenga restricciones adicionales en la dieta que debe analizar con su médico.
Lo básico de una dieta diabética
El objetivo de un diabético La dieta es mantener niveles de azúcar en sangre estables. En consecuencia, los diabéticos deben limitar su consumo de golosinas azucaradas y tener cuidado en la selección de carbohidratos. La mayoría de los carbohidratos deben provenir de cinco porciones de frutas y verduras, tres porciones de granos integrales y dos a cuatro porciones de productos lácteos bajos en grasa, según la Academia de Nutrición y Dietética. Comer comidas pequeñas a lo largo del día es la mejor manera de mantener los azúcares constantes. Los diabéticos deben limitar el consumo de grasas, sal y alcohol.
Dieta después de un accidente cerebrovascular
La nutrición para pacientes con accidente cerebrovascular es similar a una dieta para diabéticos. Sus comidas deben incluir muchas frutas y verduras, proteínas magras y productos lácteos bajos en grasa. Al menos la mitad de todos sus granos deben ser granos enteros. Los vegetales de hojas verdes y naranjas oscuros son particularmente densos en nutrientes y beneficiosos. Coma cinco o más porciones de frutas y verduras cada día. Es particularmente importante para los pacientes con accidente cerebrovascular observar su consumo de grasa. Debe eliminar las grasas trans de su dieta y restringir la ingesta de otras grasas. Los pacientes con accidente cerebrovascular deben mantener su consumo de sodio por debajo de 1,500 miligramos por día. Si un accidente cerebrovascular ha afectado su capacidad de deglución, es posible que necesite alimentos de una consistencia diferente, como suaves o en puré, que serán determinados por un patólogo del habla y lenguaje.