Yogurt y enfermedad del hígado graso
El interés en los probióticos, que se encuentran en alimentos fermentados como el yogur, el kéfir y el miso, se ha expandido a su posible papel en la lucha contra una serie de afecciones de salud, incluida la enfermedad del hígado graso. Conocidas comúnmente como "bacterias amigables", los probióticos son microorganismos vivos que normalmente residen en el tracto digestivo, la boca y la vagina. Estos bichos beneficiosos pueden promover la salud de varias maneras, incluida la supresión del crecimiento de bacterias patógenas y la estimulación inmunológica. Comer yogur puede proporcionar beneficios si tiene una enfermedad del hígado graso, pero hable con su médico primero.
Un problema a nivel nacional
Con las tasas de sobrepeso y obesidad que siguen aumentando, la enfermedad del hígado graso es un problema de salud en todo el país. Ocurre cuando una cantidad anormal de grasa se acumula en las células del hígado. Los factores de riesgo incluyen tener sobrepeso o diabetes, resistencia a la insulina o niveles altos de triglicéridos. El consumo regular de alcohol en exceso, toxinas, ciertos medicamentos y trastornos metabólicos hereditarios también puede causar hígado graso. Según una revisión clínica, los microorganismos en el tracto intestinal desempeñan un papel importante en la función de las células hepáticas, lo que se conoce como una enfermedad hepática grasa no alcohólica. en la revista "Hepatitis Mensual", publicada en febrero de 2013. La revisión encontró que los cambios en el tipo y la cantidad de microorganismos que residen en el tracto intestinal pueden provocar efectos de hígado graso y otros efectos dañinos en el hígado. Sobre la base de una revisión de la evidencia clínica actual, los autores concluyeron que los probióticos son una estrategia segura y económica para mejorar varias enfermedades hepáticas.
Yogur y hígado graso
Los probióticos controlan el crecimiento de bacterias patógenas, algunas de las cuales Puede tener efectos nocivos sobre la función de las células hepáticas. Los investigadores investigaron los efectos de comer yogur probiótico en adultos con hígado graso no alcohólico. Los participantes comieron yogurt diariamente durante ocho semanas. El consumo de yogur mejoró las enzimas hepáticas y redujo el colesterol total y las lipoproteínas de baja densidad, una mala forma de colesterol. Los autores concluyeron que el yogurt probiótico puede resultar útil en el manejo de los factores de riesgo del hígado graso no alcohólico. El estudio se publicó en la edición de diciembre de 2014 del "Journal of Dairy Science".
Choosing Yogurt
No todos los yogures contienen probióticos. Revise la etiqueta de ingredientes para las palabras "culturas vivas y activas". Algunas marcas también enumeran las cepas de probióticos en el yogur, siendo las más comunes Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus. Algunos yogures llevan el sello "Live &Active Cultures" de la National Yogurt Association, lo que significa que la marca cumple con los estándares de probióticos y contiene una cantidad significativa de cultivos vivos y activos. Sin embargo, el sello es voluntario, por lo que algunos yogures pueden tener cultivos vivos y no llevar el sello. Para una mejor nutrición, elija variedades con bajo contenido de grasa y azúcar.