Efectos secundarios del espermicida

El espermicida viene en una variedad de formas, que incluyen geles, supositorios vaginales y película anticonceptiva. El espermicida impide que los espermatozoides entren al útero y causen la fertilización de un óvulo o embarazo. El anticonceptivo tiene una tasa de éxito del 71 por ciento; esto significa que de cada 100 adultos que usan espermicida como anticonceptivo, 29 resultarán en un embarazo. Algunos condones están lubricados con gel espermicida para disminuir el riesgo de embarazo. Todos los espermicidas tienen el ingrediente común nonoxynol-9. Se pueden producir diversos efectos secundarios por el uso de espermicida.

Irritación de la piel

El revestimiento de la vagina o el pene pueden irritarse cuando hay espermicida presente. La piel o el tejido vaginal delicado pueden inflamarse y doler. Una persona puede ver enrojecimiento en la piel del pene y puede causar escozor. Algunos hombres y mujeres también pueden experimentar una reacción alérgica al nonoxynol-9. Si los síntomas continúan apareciendo cuando se usa espermicida, se recomienda un método anticonceptivo diferente.

Aumento del riesgo de contraer ETS

Cuando se usa durante el sexo anal y vaginal, el espermicida puede aumentar la posibilidad de tener llagas abiertas. Las llagas pueden aparecer en el canal vaginal, en el ano y en el pene. Debido a que las llagas exponen los fluidos corporales, como la sangre, existe un mayor riesgo de transmitir el VIH y otras ETS. No se recomienda el uso de condones lubricados con espermicida cuando se participa en relaciones sexuales anales.

Aumento del riesgo de infecciones urinarias

Los espermicidas alteran las bacterias normales en la vagina y la uretra, según la Clínica Mayo. Existe un mayor riesgo de que las mujeres contraigan una infección del tracto urinario al usar espermicida. Los signos de una ITU incluyen un aumento de la urgencia para orinar, mal olor de la orina y dolor al orinar. La ITU puede viajar a través de la uretra e infectar la vejiga y el riñón. Aunque no es común, la hospitalización puede ser necesaria si la infección se vuelve lo suficientemente grave.