Lista de condiciones médicas con movimiento involuntario

Los movimientos del cuerpo se generan a partir de una interacción elaborada entre el cerebro, la médula espinal, los nervios y los músculos. La mayoría de los movimientos musculares son voluntarios, aunque los pensamientos o estímulos que los generan son a veces inconscientes. Los movimientos corporales involuntarios pueden ser el resultado de condiciones que afectan a cualquier parte de este intrincado mecanismo.

Convulsiones

Las convulsiones son una de las condiciones médicas más comunes que generan movimientos corporales anormales. En una convulsión, el sistema eléctrico del cerebro falla, resultando en una cascada de interacción neuronal anormal que se manifiesta como una convulsión. Las convulsiones pueden manifestarse cuando todo el cuerpo tiembla involuntariamente, con el cuerpo entero tenso, los brazos y las piernas flexionándose y extendiéndose de manera incontrolable, apretando los dientes y rodando los ojos hacia la parte posterior de la cabeza. Las convulsiones parciales pueden causar movimientos involuntarios de ciertas partes del cuerpo, por ejemplo, contracciones faciales o sacudidas de un solo lado del cuerpo. Otras convulsiones provocan ataques de caída, cuando el paciente cae repentinamente al suelo, o en episodios de observación, en los que los pacientes no se mueven y parecen mirar hacia el espacio por unos minutos a la vez.

Enfermedad de Parkinson

Esta enfermedad degenerativa se manifiesta con rigidez muscular, temblores incontrolados y movimientos lentos (una afección denominada bradicinesia). Los pacientes tienen movimientos involuntarios característicos, como caminar de forma aleatoria, chasquear los labios, dificultad para tragar y rodar con la píldora (un temblor de movimientos hacia adelante y hacia atrás del pulgar, el índice y los dedos medios). La enfermedad de Parkinson se debe a una pérdida de dopamina en el cerebro. La dopamina es una hormona integral en el control del movimiento corporal.

Síndrome de piernas inquietas

El síndrome de piernas inquietas es una condición en la cual el paciente tiene una necesidad incontenible de mover su cuerpo para aliviar las sensaciones desagradables. Aunque los pacientes tienden a mover más las piernas (de ahí el nombre de la enfermedad), también pueden experimentar estas sensaciones en otras partes del cuerpo, como los brazos o el torso. Los pacientes describen estos sentimientos como insectos que se arrastran en la piel. Existen varias opciones para tratar el síndrome de piernas inquietas, desde evitar los productos que contienen cafeína y otros cambios en el estilo de vida, hasta el tratamiento médico con antidepresivos y anticonvulsivos.