¿Cuáles son los tratamientos para los arcos caídos?

Los arcos caídos, también conocidos como pies planos o pie plano, pueden estar presentes al nacer o desarrollarse más adelante en la vida. El pie medio normalmente exhibe un arco leve, manteniendo esta región elevada durante la caminata. La ausencia del arco normal provoca el aplanamiento de la suela. Muchas personas con arcos caídos no tienen síntomas asociados, mientras que otras experimentan dolor o fatiga en los pies. El tratamiento para los arcos caídos depende de la gravedad de la afección y los síntomas asociados.

Ortesis

Los médicos suelen recetar plantillas de calzado u ortesis para apoyar el arco. Estos dispositivos hacen que caminar y estar de pie sean más cómodos para una persona con arcos caídos, informa la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos. Las ortesis se usan típicamente con los zapatos cerrados. Están disponibles sin receta o pueden hacerse a medida.

Fortalecimiento del pie

Las personas con pies flexibles que desarrollan arcos caídos pueden beneficiarse de los ejercicios de fortalecimiento del pie, señala el Instituto Nicholas de Medicina Deportiva y Deportes. Trauma. Apoyarse sobre una toalla con los pies descalzos y agarrar el material con los dedos de los pies es un ejercicio fácil para fortalecer los pies que se puede hacer en casa. Pararse sobre una pierna mientras arquea y suelta el pie también puede ser útil. Los médicos pueden prescribir ejercicios suaves de estiramiento para los tendones del pie y el tobillo.

Medicamentos antiinflamatorios

Los medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno y la aspirina pueden brindar alivio a corto plazo del dolor en el pie asociado con arcos caídos, señala La Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos. Los médicos a veces inyectan el pie con un medicamento corticosteroide, que actúa como un antiinflamatorio, para aliviar el dolor agudo. Aunque los medicamentos pueden proporcionar alivio de los síntomas, no corrigen la anomalía subyacente del pie.

Inmovilización

La disfunción del tendón tibial posterior es una causa común de arco caído en los adultos. El tendón se extiende a lo largo de la parte inferior del pie y sube por la parte posterior del tobillo, conectándose al músculo tibial posterior de la pantorrilla. El tendón tibial posterior es un soporte importante para el arco del pie. El uso excesivo, la inflamación y las lágrimas del tendón pueden causar dolor progresivo de pie y tobillo y el desarrollo de pies planos. El Colegio Americano de Cirujanos de Pie y Tobillo declara que se puede usar un tobillo, yema de pierna o bota removible para inmovilizar temporalmente el tendón tibial posterior, lo que facilita la curación. La fisioterapia generalmente sigue la inmovilización para fortalecer el pie y restaurar la estructura y función normal del pie.

Cirugía

Se pueden producir arcos caídos con deformidades de los huesos del pie. La coalición tarsal es una condición congénita en la cual los huesos del pie no se separan entre sí durante el desarrollo en el útero. Un niño con coalición tarsal exhibe un pie plano rígido, que puede ser doloroso, señala el sitio web de información para pacientes eOrthopod. La cirugía puede resultar necesaria para separar los huesos. Otras afecciones del pie y el tobillo que causan arcos caídos también pueden requerir cirugía si los tratamientos no invasivos no logran aliviar el dolor y restablecer la función normal.