Los chips óseos (médicamente denominados osteocondritis desecantes) se producen cuando se desprende un fragmento de hueso o cartílago. Esto puede provocar dolor y otros síntomas. Afecta más comúnmente la rodilla pero puede ocurrir en cualquier articulación. El tratamiento rápido ofrece un buen resultado y reduce los riesgos de complicaciones a largo plazo.

Abstenerse de los deportes y otras actividades físicamente exigentes. La Academia Estadounidense de Médicos de Familia recomienda que lo haga durante al menos 6 a 8 semanas.

Reduzca el estrés en el área afectada. Esto podría incluir evitar ciertos tipos de movimientos e inmovilizar el área con muletas, aparatos ortopédicos o eslingas.

Use analgésicos de venta libre para aliviar el dolor. Hable con su médico acerca de las opciones más fuertes si estas no brindan el alivio adecuado.

Aplique hielo en el área afectada para aliviar la inflamación y la hinchazón. La medicina deportiva de la Universidad de Buffalo recomienda entre 20 y 30 minutos cada cuatro horas los primeros días después de la lesión.

Trabaja con un fisioterapeuta. Puede enseñarte ejercicios para estirar y fortalecer el área afectada. Las actividades de bajo impacto como la natación pueden ayudar a mantener la condición física.

Hable con su médico acerca de la cirugía si los síntomas no han mejorado después de tres meses. La cirugía artroscópica puede eliminar o volver a colocar los fragmentos de hueso. Esto mejorará el flujo sanguíneo y la función articular.