Ejercicios sencillos para curar su TMJ de forma permanente

El trastorno de la articulación temporomandibular (TMJ) es un trastorno de la mandíbula que afecta a los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula. La articulación temporomandibular es una de las más complejas del cuerpo y los trastornos surgen cuando existe un desequilibrio en la relación de trabajo de la mandíbula y el cráneo con los músculos que mueven la mandíbula. Sin embargo, varios ejercicios simples pueden fortalecer estos músculos y aliviar el dolor y la incomodidad asociados con la ATM.

Posibles causas y síntomas de los trastornos de la ATM. El término TMJ solo se refiere a las articulaciones de la mandíbula. Los trastornos de la ATM pueden ser causados ​​por un traumatismo cerrado en la cara, el trabajo de ortodoncia o traumas más sutiles, como apretar o rechinar los dientes. Incluso colocar el teléfono entre el hombro y la cabeza puede desencadenar los síntomas de la ATM. Los síntomas pueden incluir chasquidos y chasquidos en la mandíbula al abrir o cerrar la boca, movimientos limitados o bloqueo de la mandíbula y dolor en la mandíbula, la cara o el cuello.

Ejercicio 1

Muerde sus dientes juntos y mire en el espejo la posición de sus incisivos centrales en su mandíbula inferior. Mira estos dientes y abre la boca lentamente. Intente mantener su mandíbula inferior centrada mientras abre. Repita 10 veces.

Ejercicio 2

Coloque la palma de la mano debajo de la barbilla y abra la boca lentamente. Proporciona una suave resistencia a la apertura de tu boca. Repita 10 veces.

Ejercicio 3

Abra su boca aproximadamente a una pulgada de una mordida apretada. Mueva la mandíbula inferior hacia la derecha y luego hacia la izquierda, de manera cómoda sin abrir más. Repita 10 veces para cada lado.

Ejercicio 4

Cierre los dientes suavemente uno contra el otro y coloque la punta de la lengua en el techo de la boca justo detrás de los dientes frontales. Mantenga sus dientes cerrados y pase la punta de su lengua hacia atrás a lo largo del techo de su boca hasta que llegue a su paladar blando. Lentamente abre tu boca y mantén tu lengua en el techo. Deja de abrir cuando tu lengua abandona el techo, sientes dolor o escuchas clics y chasquidos. Mantenga esta posición durante unos segundos y luego relájese. Repetir una o dos veces por día.