Barreras para una escucha efectiva
La escucha efectiva es un arte que requiere mucho más que escuchar las palabras que salen de la boca de alguien. Implica interpretar las emociones e intenciones detrás de esas palabras, prestar atención al lenguaje corporal e incluso intuir lo que no se dice. La escucha activa requiere práctica, particularmente porque existen múltiples barreras para hacerlo. Comprender estas barreras es necesario para reconocerlas y eliminarlas tanto como sea posible mientras trabaja para comunicarse mejor con los demás.
Distracciones internas
Los oyentes pueden comunicarse a su manera cuando intentan prestar atención a lo que alguien está diciendo. Quizás se pregunte si se acordó de apagar la cafetera, pensar en todo el trabajo que necesita hacer o preocuparse por un niño que está enfermo en casa. Estas distracciones internas pueden dificultar la comunicación efectiva. Es posible que no pueda deshacerse de ellos por completo, pero puede minimizarlos. Por ejemplo, puede planear llamar a su casa para revisar a su hijo y a la cafetera tan pronto como termine la conversación, y volver a concentrarse en la conversación mientras tanto. O, si las demandas internas son demasiado apremiantes, puede solicitar que se reanude la conversación una vez que las haya abordado para que pueda concentrar toda su atención en la conversación.
Distracciones externas
Los factores ambientales pueden ser negativos escucha de efecto, también, de acuerdo con la "Guía en línea de conocimiento abierto para hablar en público" de la American Communication Association. Las distracciones pueden incluir una conversación ruidosa fuera de la habitación, un programa de televisión intrigante, un teléfono que suena o temperaturas incómodas. Al igual que con las distracciones internas, los problemas externos también pueden minimizarse o eliminarse. Puede cerrar la puerta, apagar el televisor y el teléfono y ajustar la temperatura si está en interiores y tiene la capacidad de hacerlo. Una opción alternativa es tener la conversación en un momento o lugar más apropiado, más tarde.
Suposiciones y juicio
El sesgo es una barrera inminente y maliciosa para escuchar con eficacia. Por ejemplo, si alguien le está hablando acerca de la costura cruzada, podría estar pensando en lo aburrida que debe ser la actividad. Cuando un colega mayor está tratando de discutir ideas sobre redes de computadoras, puede rechazar las propuestas debido a la creencia de que las personas mayores simplemente no entienden la tecnología. Si bien tienes derecho a tus opiniones, se vuelven problemáticas cuando te disuaden de escuchar activamente lo que otros tienen que decir. La capacidad defensiva y las respuestas emocionales también pueden ser una barrera, según la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon. Cuando hace suposiciones preventivas sobre la conversación, o comienza enojado o molesto, a menudo termina perdiendo el mensaje central que el orador está tratando de transmitir.
Enfocándose en las soluciones y su propia contribución
Cuando escuche Alguien discute una inquietud o problema de algún tipo, es tentador moverse inmediatamente para solucionarlo. Este impulso está motivado por las buenas intenciones: puede que realmente estés tratando de ayudar. El orador, sin embargo, puede no estar buscando una respuesta, o ser arreglado o rescatado de alguna manera. Según Scott Williams, del Departamento de Administración de la Universidad Estatal de Wright, según Scott Williams, estar demasiado concentrado en las soluciones puede interferir en la escucha real. Es posible, incluso probable, que el orador no necesite respuestas, sino que simplemente quiera compartir o conectarse con usted. Centrarse en lo que quiere decir a continuación también puede ser un obstáculo para una escucha efectiva, porque en ese momento solo presta atención a lo que la otra persona está diciendo al formular su próxima intervención.