Zinc para el Control del Apetito
Necesitas zinc en tu dieta para formar ADN, curar heridas y formar proteínas. El zinc también puede tener un efecto sobre el apetito, pero es más probable que aumente el apetito en lugar de disminuirlo.
Pérdida de apetito y zinc
Uno de los síntomas de una deficiencia de zinc es la pérdida de apetito. No obtener suficiente zinc también puede interferir con su sentido del olfato y gusto y provocar anorexia y pérdida de peso. Obtener más zinc a través de la dieta o los suplementos para hacer que los niveles de zinc vuelvan a la normalidad puede corregir esta situación.
El zinc como estimulante del apetito
Las personas con ciertas afecciones de salud a veces tienen poco apetito, lo que hace que no coman lo suficiente . Esto puede incluir hasta el 70 por ciento de las personas con problemas renales que están siendo tratadas con diálisis. Un estudio publicado en "Diálisis y trasplante" en diciembre de 2010 encontró que las personas que se sometían a diálisis con suplementos de zinc cada día durante 60 días tenían mejor apetito y menos náuseas, mientras que las del grupo de control tenían un aumento de los síntomas.
Zinc y pérdida de peso
Aunque el zinc puede aumentar su apetito, también hay algunas pruebas limitadas de que puede ayudar a perder peso. Un estudio publicado en "Advanced Pharmaceutical Bulletin" en 2013 encontró que las personas obesas que recibieron un suplemento de zinc durante 30 días experimentaron disminuciones tanto en el peso corporal como en el índice de masa corporal. Los autores del estudio señalan que esta reducción de peso podría deberse a que el zinc actúa de manera similar a los efectos de la insulina y el zinc en la producción de leptina, una hormona que desempeña un papel en la regulación del hambre.
Cómo obtener la cantidad correcta
Los hombres y las mujeres embarazadas necesitan al menos 11 miligramos de zinc por día, y las mujeres necesitan al menos 8 miligramos por día para evitar ser deficientes en zinc. Sin embargo, los adultos no deben consumir más de 40 miligramos por día, ya que esto podría provocar síntomas de toxicidad, como pérdida de apetito, náuseas, diarrea, vómitos, dolor abdominal, reducción de la función inmunológica y deficiencia de cobre. Buenas fuentes alimenticias de zinc incluyen ostras, carne de res, cangrejo, cereal fortificado, langosta, frijoles, nueces y productos lácteos.