Ácido fólico para la artritis reumatoide
La artritis reumatoide, o AR, es una afección inflamatoria que afecta las articulaciones del cuerpo, más comúnmente las articulaciones pequeñas de las manos y los pies. Esta condición afecta al 1 por ciento de la población mundial, según el Manual de Merck. El ácido fólico, también conocido como folato o vitamina B9, es un nutriente que se ha evaluado por sus beneficios potenciales en personas que padecen artritis reumatoide. Si se le ha diagnosticado esta afección y está considerando tomar suplementos de ácido fólico, hable primero con su médico.
Investigación
Muchas personas con artritis reumatoide tienen deficiencia de ácido fólico, según un estudio publicado en la Número de enero de 1964 de “British Medical Journal”. Además, la deficiencia de folato es lo suficientemente grave como para determinar la anemia. Los autores encontraron evidencia de anemia megaloblástica en pacientes con AR. La anemia megaloblástica es una forma de anemia que también puede ser causada por otras carencias de vitaminas. Sin embargo, los investigadores sugirieron que la deficiencia de ácido fólico desempeñó un papel clave en el desarrollo de esta anemia megaloblástica en los participantes del estudio. Los investigadores plantearon la hipótesis de que podría haber una relación entre el ácido fólico y la gravedad de los síntomas de la AR, sin embargo, se necesitan estudios más amplios para confirmar estos hallazgos.
Ácido fólico y metotrexato
En algunos casos de artritis reumatoide, los médicos Puede prescribir un medicamento llamado metotrexato. Aunque se usa en dosis bajas, el metotrexato puede tener efectos secundarios significativos y también puede agotar su cuerpo de ácido fólico, según el Instituto Nacional de Salud. Las dietas ricas en ácido fólico o suplementos de ácido fólico pueden ayudar a disminuir los efectos tóxicos de este medicamento sin reducir su eficacia. Las fuentes importantes de folato en la dieta incluyen el hígado de res, espinaca y espárragos.
Dosis y efectos secundarios
El ácido fólico es un suplemento de venta libre disponible solo o en combinación con otras vitaminas B. Para mejorar la salud general, la dosis diaria recomendada es de 400 mcg en adultos. Su médico puede recetarle dosis más altas de ácido fólico dependiendo de su condición particular. El ácido fólico tiene un excelente perfil de seguridad, aunque en situaciones raras causa malestar estomacal leve, trastornos del sueño o problemas de la piel. Se deben evitar las dosis diarias de 1000 mcg o más de ácido fólico, ya que pueden enmascarar una deficiencia subyacente de vitamina B12.
Consideraciones
Consulte a un proveedor de atención médica calificado para averiguar la dosis óptima de ácido fólico para su afección. La suplementación con ácido fólico para personas con artritis reumatoide no se considera un tratamiento estándar y la vitamina B9 no está aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. Para tratar la artritis reumatoide. El ácido fólico no reemplaza ningún medicamento que esté tomando actualmente.