Ejercicio y su efecto en los niveles de sodio

El ejercicio crea muchos cambios en el cuerpo. Dependiendo del tipo de ejercicio y su intensidad y duración, el ejercicio puede elevar significativamente la frecuencia cardíaca, usar energía (calorías) y elevar la temperatura del cuerpo. Para refrescarse, el cuerpo responde sudando o sudando. La sudoración, a su vez, provoca cambios en el sistema circulatorio y la pérdida de líquidos y electrolitos vitales. Estos cambios pueden afectar negativamente al ejercicio y la competencia, y pueden ser potencialmente peligrosos para la salud.

La transpiración

La transpiración es una función esencial que ayuda al cuerpo a regular su temperatura. El sudor se compone principalmente de líquidos y electrolitos de sodio, así como pequeñas cantidades de potasio, calcio y magnesio. Aunque los individuos varían, el contenido de sodio del sudor varía entre 25 y 75 miliequivalentes por litro (mEq /L).

Funciones del sodio

El sodio es un electrolito que ayuda a regular los niveles de agua en y alrededor del cuerpo. Células. Además de regular el balance hídrico del cuerpo, el sodio también desempeña un papel clave en el mantenimiento de la presión arterial normal y apoya el trabajo de los nervios y los músculos. Un nivel bajo de sodio en la sangre se conoce como hiponatremia, mientras que un nivel alto de sodio en la sangre se conoce como hipernatremia.

Cambios en los niveles de sodio

A medida que el cuerpo transpira durante el ejercicio, se pierden líquidos y electrolitos. Si una persona no consume suficientes líquidos para reemplazar las pérdidas durante el entrenamiento, puede producirse deshidratación. Estos bajos volúmenes de líquido pueden hacer que el contenido de sodio de la sangre se concentre, dando lugar a hipernatremia. Para prevenir la deshidratación, los deportistas a menudo consumen grandes cantidades de agua. Como se informó en el Cleveland Clinic Journal of Medicine, con una ingesta excesiva de agua, el individuo puede sobrehidratarse, lo que hace que el nivel de sodio en la sangre se diluya y provoque hiponatremia inducida por el ejercicio. En la mayoría de los casos, la hiponatremia inducida por el ejercicio es causada por una ingesta excesiva de agua, que no repone las pérdidas de sodio a veces masivas que se producen por la sudoración.

Síntomas de hiponatremia

Cantidad de sodio perdido y qué tan bruscamente se produce. Según el American College of Sports Medicine, la hiponatremia sintomática puede ocurrir cuando el sodio plasmático cae rápidamente durante varias horas. Cuanto más bajo y más rápido cae el sodio, mayor es el riesgo de complicaciones graves.

Los síntomas pueden ser leves o severos e incluyen dolor de cabeza, vómitos, manos y pies hinchados, inquietud, fatiga extrema, confusión y desorientación, y Respiración laboriosa o difícil. Si los niveles de sodio bajan lo suficiente, aumentan las posibilidades de convulsiones, coma, hinchazón y presión cerebral, paro respiratorio y muerte.

Prevención de desequilibrios de sodio y líquidos

La hiponatremia es la complicación médica más común de los ejercicios de ultra-resistencia es reconocido como potencialmente grave, como se informó en el Cleveland Clinic Journal of Medicine. Es difícil recomendar ingestas específicas de líquidos y electrolitos, ya que las necesidades de un individuo varían según su tasa de sudoración, el grado de aclimatación al calor y la dieta, así como la duración del ejercicio y los factores ambientales (como el calor y la humedad) durante el ejercicio. El Colegio Americano de Medicina Deportiva recomienda que las personas desarrollen programas personalizados de reemplazo de líquidos que eviten la deshidratación excesiva.

La medición de rutina de los pesos corporales antes y después del ejercicio es útil para determinar las tasas de sudor y los programas personalizados de reemplazo de líquidos. Se recomienda controlar las pérdidas de peso que son del 2 por ciento o más de un peso corporal de referencia. Debe obtenerse un peso corporal de referencia en la mañana antes de cualquier ejercicio y en un estado bien hidratado. El individuo debe beber de 20 a 24 onzas líquidas de agua por cada libra perdida.

El consumo de bebidas que contienen electrolitos y carbohidratos puede ayudar a mantener el equilibrio líquido-electrolito y el rendimiento del ejercicio, especialmente para eventos que duran más de una hora.