¿Qué estrategia de enseñanza es el mejor ejemplo de enfoque conductual?

El enfoque conductual enfatiza los comportamientos observables y los factores ambientales que influyen en ellos. Una estrategia de enseñanza que ejemplifica el enfoque conductual es el condicionamiento operante, también conocido como condicionamiento instrumental. Esta estrategia se centra en reforzar las conductas deseadas y desalentar las conductas indeseables mediante el uso de recompensas y consecuencias.

En el condicionamiento operante, el refuerzo positivo implica recompensar una conducta para aumentar su ocurrencia. Por ejemplo, un profesor puede darle a un alumno una pegatina o felicitarlo por completar una tarea correctamente. El refuerzo negativo, por otro lado, implica eliminar una consecuencia desagradable después de que ocurre un comportamiento deseado. Por ejemplo, si un estudiante termina su tarea a tiempo, se le puede permitir elegir una actividad adicional durante el tiempo libre.

Por el contrario, el castigo se utiliza para disminuir la frecuencia de conductas indeseables. El castigo positivo implica introducir una consecuencia desagradable después de que ocurre un comportamiento indeseable, como darle a un estudiante un tiempo de espera por comportarse mal. Mientras tanto, el castigo negativo implica quitar un reforzador positivo después de que ocurre un comportamiento indeseable, como deducir puntos de la calificación de un estudiante por no completar una tarea.

Al aplicar sistemáticamente estas técnicas, los profesores pueden moldear los comportamientos de los estudiantes y fomentar hábitos de aprendizaje positivos. El enfoque conductual proporciona un marco estructurado para comprender y modificar conductas observables en un entorno educativo.