¿Se debilitan los músculos y los huesos en el espacio?

Músculos:

En la microgravedad, la falta de gravedad hace que los músculos del cuerpo trabajen menos para soportar su propio peso. Esto puede provocar atrofia muscular o pérdida de masa y fuerza muscular. Los músculos más afectados son los que se utilizan para el movimiento contra la gravedad, como los músculos de las piernas y la espalda.

Para mitigar la atrofia muscular, los astronautas en misiones espaciales de larga duración deben hacer ejercicio regularmente utilizando equipos especializados que simulen los efectos de la gravedad. Los protocolos de ejercicio suelen implicar entrenamiento de resistencia, ejercicios cardiovasculares y ejercicios de equilibrio.

Huesos:

La microgravedad también tiene un efecto negativo sobre la salud ósea. La densidad ósea está influenciada por la cantidad de tensión mecánica ejercida sobre el esqueleto. En el espacio, la reducida carga gravitacional sobre los huesos hace que estos pierdan minerales, como calcio y fósforo. Este proceso, conocido como resorción ósea, puede provocar osteoporosis o debilitamiento y adelgazamiento de los huesos.

Para mantener la densidad ósea, los astronautas realizan regularmente ejercicios con pesas, que simulan los efectos de la gravedad sobre el esqueleto. Estos ejercicios incluyen caminar en una cinta, usar una máquina de resistencia y realizar ejercicios de levantamiento de pesas. Además, los astronautas pueden recibir suplementos de calcio y vitamina D para ayudar a preservar la masa ósea.

Los efectos del debilitamiento de músculos y huesos en el espacio son preocupaciones importantes para las misiones espaciales de larga duración, y es esencial desarrollar estrategias y contramedidas para mitigar estos riesgos.