¿Por qué la diabetes mellitus se clasifica como enfermedad inmunocomprometida?
Hiperglucemia:los niveles elevados crónicos de azúcar en sangre, una característica distintiva de la diabetes, pueden afectar la función de varias células inmunitarias, incluidos los neutrófilos, los macrófagos y los linfocitos. Este deterioro reduce la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.
Función alterada de las células inmunitarias:la diabetes puede alterar la producción y función de las citocinas, que son moléculas de señalización que regulan las respuestas inmunitarias. Esta desregulación puede afectar la comunicación entre las células inmunes, lo que lleva a respuestas inmunes deterioradas.
Mayor riesgo de infecciones:las personas con diabetes son más susceptibles a infecciones, como infecciones bacterianas, fúngicas y virales. Este mayor riesgo se debe en parte a la función inmune deteriorada causada por la diabetes.
Mala cicatrización de heridas:la diabetes también puede provocar una mala cicatrización de las heridas, ya que los niveles altos de azúcar en sangre pueden afectar la migración de las células inmunes y la formación de nuevos vasos sanguíneos al sitio de la herida, lo que dificulta el proceso de curación natural del cuerpo.
Trastornos autoinmunes:las personas con diabetes tipo 1 suelen tener una afección autoinmune llamada tiroiditis autoinmune, que contribuye aún más a la desregulación del sistema inmunológico.
Si bien la diabetes en sí no está clasificada como una enfermedad de inmunodeficiencia, sus efectos sobre el sistema inmunológico pueden aumentar el riesgo de infecciones, afectar la cicatrización de heridas y contribuir al desarrollo de trastornos autoinmunes. Por lo tanto, es importante que las personas con diabetes tomen precauciones adicionales para prevenir infecciones y controlar sus niveles de azúcar en sangre para minimizar el impacto de la diabetes en su sistema inmunológico.