¿Por qué hay que digerir el almidón antes de poder utilizarlo como energía?

El almidón es un carbohidrato complejo formado por largas cadenas de moléculas de glucosa. Para utilizar el almidón como energía, su cuerpo primero debe descomponerlo en glucosa. Este proceso se llama digestión.

La digestión del almidón comienza en la boca, donde la amilasa salival descompone el almidón en moléculas más pequeñas. La amilasa en la saliva es más activa a un pH de 6,8, que es el pH de la saliva. Una vez que el almidón se ha descompuesto en moléculas más pequeñas, puede absorberse en el torrente sanguíneo y transportarse a las células, donde puede utilizarse como energía.

Si el almidón no se digiere, no puede absorberse en el torrente sanguíneo ni utilizarse como energía. Esto puede provocar una serie de problemas de salud, incluida la desnutrición y la pérdida de peso.

A continuación se ofrece una descripción más detallada del proceso de digestión del almidón:

1. En la boca , la amilasa salival descompone el almidón en moléculas más pequeñas llamadas dextrinas.

2. En el estómago , las dextrinas se descomponen aún más mediante el ácido del estómago y la pepsina, una proteasa que descompone las proteínas.

3. En el intestino delgado , las dextrinas se descomponen aún más mediante la amilasa pancreática, otra enzima que descompone el almidón.

4. Las moléculas de glucosa resultantes de la digestión del almidón se absorben en el torrente sanguíneo a través del intestino delgado.

Luego, las moléculas de glucosa se transportan a las células, donde pueden usarse como energía o almacenarse para su uso posterior.