Los crayones generalmente se consideran no tóxicos, incluidas las puntas de los marcadores Crayola. Sin embargo, como ocurre con cualquier objeto extraño, existe la posibilidad de asfixia si un niño se traga la punta de un marcador. Por lo tanto, es fundamental supervisar a los niños cuando usan marcadores, fomentar el uso adecuado y buscar atención médica rápidamente si se ingiere una punta.