El síndrome talámico es un grupo de síntomas que surgen después de un daño al tálamo, una pequeña estructura profunda dentro del cerebro que coordina el movimiento motor y la integración sensorial. Los daños pueden interrumpir estos procesos, manifestándose en limitaciones físicas como deterioro del control motor, debilidad muscular, movimientos involuntarios, dificultades del habla, pérdida de memoria, problemas visuales, alteraciones del sueño, cambios de humor, dolor y desregulación de la temperatura. Dependiendo de la ubicación y extensión de la lesión, pueden presentarse síntomas adicionales como disminución de la capacidad de respuesta o coma.