No, no hay evidencia que sugiera que un ambiente radiactivo aumente directamente la presión arterial en las personas. La radiación daña principalmente el ADN y las células de los organismos vivos, provocando diversos efectos en la salud, como cáncer, anomalías del desarrollo y enfermedades por radiación. Sin embargo, el aumento de la presión arterial no es un efecto conocido de la exposición a la radiación.