¿Cómo afecta la bilharzia al organismo?

La bilharzia, también conocida como esquistosomiasis, es una enfermedad parasitaria causada por trematodos del género Schistosoma. La infección por los parásitos _Schistosoma_ puede causar una variedad de síntomas y problemas de salud, según la especie de parásito y la intensidad de la infección. Estas son algunas de las formas en que la bilharzia puede afectar el cuerpo:

- Piel: Las larvas de esquistosoma (cercarias) pueden penetrar la piel cuando las personas entran en contacto con agua contaminada, provocando una afección conocida como "picazón del nadador". La piel puede desarrollar una erupción cutánea con picazón, protuberancias o llagas en el lugar de la penetración.

- Intestinos: Algunas especies de _Schistosoma_, como _S. mansoni_ y _S. japonicum_, afectan principalmente a los intestinos. Los parásitos pueden causar inflamación intestinal, dolor abdominal, diarrea (a veces con sangre), náuseas y vómitos. La infección crónica puede provocar daño intestinal, mala absorción de nutrientes y pérdida de peso.

- Hígado: _S. mansoni_ y _S. japonicum_ también puede afectar el hígado. Los parásitos pueden causar inflamación y daño al tejido hepático, lo que provoca agrandamiento del hígado (hepatomegalia), fibrosis y, en casos graves, insuficiencia hepática.

- Vejiga: _Schistosoma haematobium_ afecta principalmente al tracto urinario, particularmente a la vejiga. Los parásitos pueden causar inflamación y daño a la pared de la vejiga, lo que provoca micción frecuente, dolor al orinar y sangre en la orina (hematuria). La infección crónica puede aumentar el riesgo de cáncer de vejiga.

- Otros órganos: En algunos casos, la bilharzia también puede afectar a otros órganos como los pulmones, el sistema nervioso y el corazón. Las infecciones graves pueden causar síntomas sistémicos que incluyen fatiga, debilidad, fiebre y pérdida de peso.

- Consecuencias a largo plazo: La infección crónica por bilharzia, especialmente en los casos en los que el tratamiento se retrasa o es inadecuado, puede provocar problemas de salud a largo plazo como anemia, desnutrición, deterioro del desarrollo cognitivo en los niños y una mayor susceptibilidad a otras infecciones.