No se recomienda realizar caídas con un esguince leve de tobillo. Los esguinces son lesiones de los ligamentos que mantienen unidos los huesos. Cuando un ligamento se torce, se estira y debilita, lo que puede provocar dolor, hinchazón y hematomas. Las caídas pueden ejercer presión sobre la articulación del tobillo y empeorar la lesión. Si tiene un esguince leve de tobillo, lo mejor es dejar reposar la articulación, aplicarle hielo y elevarla. También debe evitar cualquier actividad que pueda ejercer presión sobre el tobillo, como correr, saltar o dar volteretas.