¿Pros y contras del impuesto a las grasas?
1) Puede reducir el consumo de alimentos no saludables, lo que redundará en una mejor salud pública.
2) Puede alentar a los fabricantes de alimentos a producir productos más saludables.
3) Puede generar ingresos para el gobierno, que podrían utilizarse para financiar iniciativas de salud pública.
4) Puede reducir los costos de atención médica al reducir la prevalencia de enfermedades relacionadas con la obesidad.
Las desventajas de un impuesto a las grasas son las siguientes:
1) Puede ser regresivo, lo que significa que afecta desproporcionadamente a las personas de bajos ingresos.
2) Puede provocar inseguridad alimentaria en personas de bajos ingresos.
3) Puede resultar difícil hacer cumplir la ley, ya que puede resultar difícil determinar qué alimentos deben gravarse.
4) Puede que no sea eficaz para reducir la obesidad, ya que sólo puede conducir a una sustitución de alimentos no saludables por otros alimentos no saludables.
En general, se deben considerar cuidadosamente los pros y los contras de un impuesto a las grasas antes de implementar dicha política.