El concepto de conciencia "hablando" con una persona generalmente se entiende como una representación metafórica de la brújula moral interna que guía sus pensamientos, sentimientos y acciones. La conciencia no habla literalmente como una voz separada en la cabeza; en cambio, se refiere a principios éticos internalizados que pueden influir en las decisiones y conducir a sentimientos de culpa, orgullo o moralidad basados en las percepciones propias del bien y del mal. Las personas pueden usar lenguaje metafórico para describir sus pensamientos introspectivos en torno a las elecciones éticas.