Si bien el estrés a menudo se considera un factor que contribuye a que el cabello se vuelva blanco o se caiga, la evidencia científica no respalda una relación causal directa. El envejecimiento del cabello está determinado principalmente por la genética y el proceso natural de envejecimiento. La caída del cabello, también conocida como alopecia, puede tener varias causas, incluida la genética, los cambios hormonales, las afecciones médicas y los factores del estilo de vida. El estrés puede afectar temporalmente el crecimiento del cabello e incluso provocar su adelgazamiento o caída temporal. Sin embargo, el estrés crónico o severo por sí solo no suele provocar la pérdida permanente del cabello ni el encanecimiento inmediato.