Las personas diabéticas no necesitan fumar. De hecho, fumar es una de las peores cosas que una persona diabética puede hacer por su salud. Fumar daña los vasos sanguíneos y los nervios, los cuales son importantes para controlar la diabetes. También aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones graves de la diabetes. Fumar también puede hacer que a las personas diabéticas les resulte más difícil controlar sus niveles de azúcar en sangre.